El Último Maestro del Aire – Cómo NO Adaptar una Gran Historia
Este mes de Julio, voy a celebrar las películas taquilleras del verano, o conocidas comúnmente como ‘Summer Blockbusters’. Son películas hechas para estrenarse en el verano, aprovechando que muchas familias salen de vacaciones. Sin embargo, por todo lo que ha ocurrido este año, no creo que vaya a salir una en estos meses. Por eso decidí mejor reseña películas blockbuster que salieron estos últimos 10 años. Ya sean buenas o malas, comenzando con el Último Maestro del Aire.
La caricatura de Nickelodeon, ‘Avatar: La Leyenda de Aang’, fue un éxito mundial que hasta el día de hoy es influyente de muchas series de acción americanas tomando conceptos de Anime. Su popularidad llamó la atención de Paramount Pictures, haciendo un trato con Nickelodeon Movies (conocida por hacer películas de sus caricaturas más populares) para producir una trilogía de películas en live-action, bajo la dirección de M. Night Shyamalan.
La película se estrenó en el 2010, casi dos años de terminar la serie animada, y desafortunadamente fue un fracaso tanto en la crítica como en taquilla. Fans de la serie animada la despreciaron, llamándola una de las peores adaptaciones de todos los tiempos, y hasta los creadores decidieron rehacer su serie en live-action, pero esta vez como un show de Netflix. ¿Qué salió mal?
La historia se sitúa en un mundo donde los seres humanos tienen la habilidad de controlar los cuatro elementos: Agua, Tierra, Fuego y Aire. Dos hermanos de la Tribu Agua, Sokka y Katara, encuentran un niño atrapado en un iceberg. Ese niño era un nómada del Aire llamado Aang, quién es perseguido por la Nación del Fuego por ser el Avatar, maestro de los cuatro elementos. Los tres emprenden un viaje para que Aang aprenda los cuatro elementos, detenga la Nación del Fuego y traiga el balance al mundo.
Suena asombrosa la premisa, ¿No? Bueno, ahí es donde termina los puntos positivos. El mayor problema que tiene esta historia es que, a pesar de tener muchas ideas para la construcción de un mundo, en lugar de mostrártelo, te lo dicen. Casi todas las motivaciones y desarrollo de personajes son explicados mediante diálogos que suena forzosos y antinaturales. No ayuda en nada de que todo el tono de la película es monótono y serio.
Incluso los momentos épicos son tan escasos que a la hora que pasan, debido al tono aburrido que tiene la película, no lo valen. También tratan de añadir momentos cómicos como en la serie. Desafortunadamente también se sienten forzados que hasta los momentos cómicos son más risibles.
En cuanto a los personajes, como dije, sus motivaciones son contadas en lugar de dejar que ellos lo demuestran. Supuestamente Aang es un niño hiperactivo con el destino de ser alguien importante, Katara es la voz de la razón del grupo para que se mantenga unida y Sokka es el guerrero de corazón fuerte. Por desgracia, todos tienen una expresión seria y preocupante, sin ninguna personalidad definida.
Los demás personajes como los antagonistas tampoco son muy interesantes. Zuko es un príncipe exiliado quién trata de buscar honor, pero siempre está enojado. Iroh es más el tío preocupado y el Señor del Fuego Ozai no luce para nada intimidante. El único que me entretuvo fue el Almirante Zhao, quién por su forma de hablar, da un poco de comedia involuntaria.
No es que los personajes sean desagradables, pero de nuevo, están pobremente definidos y las actuaciones no les ayuda en nada. Están acartonadas, forzadas, monótonas y sin ninguna dirección.
Si hay algo que debo elogia un poco es el apartado técnico. El diseño de producción, aunque no tan imaginativo como en otras películas de fantasía, al menos es distinto y está bien armado. Hay algún que otro efecto por computadora decente o una escena de pelea que se ve bien. Y la banda sonora compuesta por James Newton Howard no está del todo mal.
Sin embargo, la mayoría de los efectos envejecieron pobremente y las escenas de pelea están tan pobremente coreografiadas que lucen falsas. Supuestamente están basadas en artes marciales, pero parecen que están haciendo un baile borracho y dan mucha pena ajena. Incluso la forma en como está montada es incómoda, como cuando tratan de hacer escenas de acción de una toma sin usar edición haciendo que parezca más un videojuego de PlayStation 2.
En conclusión, fue un error en adaptar una temporada entera en una sola película. Simplemente el concepto de una película de Avatar, al menos que sean 6 o 9 películas, no funciona, porque tiene tantos elementos que sólo sirve para una serie de televisión, que es lo que pretenden los creadores originales una vez que su versión live-action llegue a Netflix. Sin importa los resultados, no puede ser peor que éste intento de película. Le doy un 2/10.