Pink Floyd – The Wall – Una Épica Película de Culto
Generalmente he hablado de películas recientes que veo en lunes, mi único día de descanso de la semana. Sin embargo, esta semana decidí ver una película que he escuchado de ella en internet, pero nunca la había visto hasta ahora. Estoy hablando de ‘Pink Floyd – The Wall. Dirigida por Alan Parker, la historia se centra en un solitario roquero llamado Pink, quién, después de sufrir por la muerte de su padre y de muchos momentos deprimentes de su vida, decide aislarse del mundo, construyendo un muro metafórico (y a veces físico).
Para empezar, la historia está basada en el álbum The Wall por la banda británica Pink Floyd la película cuenta la historia mediante una serie de secuencias muy parecidas a un video musical. La película casi no tiene diálogo, la narrativa es contada por las letras de las canciones del álbum y por las imágenes crudas y violentas. Toca temas como la insolación mental, drogadicción, guerra, la burocracia, el sistema de educación roto de a mediados del siglo XX, el fascismo, el Nazismo, las situaciones sexuales y la violencia. Debo decir que la historia me dejó impactado, no sólo por las imágenes violentas y traumatizantes que van desde niños con máscaras espeluznantes caminando hacia una máquina de carne molida hasta animaciones con violencia visceral, sino por la experiencia emocional. La película literalmente te hace poner en los zapatos de este personaje y como ver el mundo de forma cruel y caótica. Las canciones refuerzan más la experiencia. Desde ‘Goodbye, Blue Sky’ hasta mi favorita ‘Another Brick in The Wall’. No la recomiendo a los débiles de corazón (por sus alegorías a los Nazis), ni a los que están acostumbrados a una narrativa tradicional.
El personaje principal Pink (en el cuál el guionista Roger Waters se basó en él mismo, y en su colega y amigo Syd Barret (ambos miembros de Pink Floyd). La película lo muestra como un hombre atormentado por su pasado y por sus demonios interiores. Nos muestra como intenta aislarse del mundo exterior para buscar la paz interior.
El resto de los personajes, lamentablemente no tienen tanto desarrollo como Pink. La mayoría sirven como los responsables de la depresión de Pink, como la madre, el maestro de la escuela donde estudió de niño, la esposa que la engaña, el representante, sus fans, etc. Sin embargo, nos muestra lo viles y crueles que podemos llegar a hacer, sin tomar en consideración a los que hacemos a los demás.
El diseño de producción es increíble y espectacular, con tomas que imitan la escala de un concierto, y un montaje que va en sincronía con la música. Además de los segmentos animados por Gerald Scarfe (quién, irónicamente, haría el diseño de personajes de la película de Disney: Hércules) con diseños de criaturas deslumbrantes y aterradoras.
En general, me gustó mucho la película. No sólo se merece el estatus de culto, sino que me alegra que más, y más gente reconozca los méritos que este filme debió tener hace mucho tiempo. Como dije antes, no la recomendaría a cualquiera, solamente a los fans de Pink Floyd, a los amantes de la música, y a los amantes del cine de arte. Le doy un 9/10.