Raya y el Último Dragón – Un Clásico Moderno

Esta semana vi el estreno de la nueva película animada de Disney llamada ‘Raya y el Último Dragón. No sólo es una nueva película donde la protagonista es una princesa, sino que es la primera película desde Moana, la cuál no es una secuela, ni es un remake live-action de un clásico animado. Se estrenó tanto en cines como en Disney+ mediante pago por evento, y fue aclamado por la crítica. ¿Qué tan buena es?

La historia se centra en Raya, una princesa guerrera, hija de uno de los jefes de las cinco tribus de Kumandra, un reino de fantasía donde seres humanos y dragón convivían en harmonía. Sin embargo, unas siniestras y misteriosas criaturas llamadas Drunn amenazan con tomar posesión del territorio, lo que causó que los dragones se sacrificaran para salvar a la humanidad. 500 años después, Raya tendrá que encontrar al último dragón para no sólo salvar el mundo, sino unificar las tribus separadas para que vuelvan a ser un solo reino.

Uno de los puntos fuertes del filme es la historia. Está excelentemente construida y tiene ese tono épico que caracteriza muchas películas de Disney como el Rey León. En este caso, el mundo está basado en la cultura del Sureste de Asia. Sin mencionar los fuertes valores morales que siento que, en tiempos como este, necesitamos aprender. Hay momentos de humor que en su mayoría están bien logrados y no distraen de la trama principal.

Los personajes son otra cosa que hace que esta película sea sumamente buena. Tenemos a Raya, la protagonista, quién es una guerrera valiente que haría cualquier cosa para ayudar a su pueblo. Tenemos a Sisu, quién al principio parece la parte cómica del grupo, hasta que revela mucho de su desarrollo y de su importancia en la historia. Luego está Boun, un niño de 10 años, carismático emprendedor de su propio restaurante, la cuál es un bote. Tong, un bruto que a pesar de ser rudo, tiene un buen corazón de guerrero.

La pequeña Noi, quién es una bebé que estafa gente con la ayuda de un trio de macacos. Y finalmente Namaari, la feroz y seria rival de Raya, quién al principio parece tener pinta de villana, pero tiene un desarrollo muy interesante. En general, todos los personajes son agradables y tienen una personalidad muy bien definida. Y hasta la actuación de voz de los actores está excelente.

Y finalmente tenemos la animación, la cuál se ve hermosa y espectacular. La película toma mucha inspiración de la cultura del Sureste de Asia como Laos, Tailandia, Camboya, Malasia, Birmania, Indonesia y Filipinas. El resultado es una animación colorida y brillante, con un diseño de personaje impecable. Hay momentos que sentí que estaba viendo un segmento de Fantasía. Sin mencionar la banda sonora de James Newton Howard, la cuál le da una atmosfera única a cada lugar que visitan los personajes.

En conclusión, disfruté mucho de esta película. Siento que es una de las mejores películas que Disney ha hecho en los últimos tiempos y sólo espero que la gran compañía continúe sacando películas de este nivel de creatividad y originalidad. Le doy un 10/10.

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